En
mi búsqueda y desvarió
me
enredo en tu pelo,
me
agito en tus garras,
voy
en este embudo sin retorno
abrigada
por tu silueta dorada.
Levitando
en oscuros rincones
desandando
en el túnel,
en
la esquina ondulada,
dividida
en la fría madrugada.
Conjugando,
tu silueta y la mía
azorado
un espejo refleja,
cada
instante de este loco,
lujurioso
e intenso amorío.
Nos
lee el tiempo a su paso fugas,
este
amor es de fuego,
es
un ángel dorado y expuesto,
en
sus alas viajamos dormidos,
soñando
un presente infinito.
María del Rosario Alessandrini
Argentina
1 comentario:
Muchas gracias Trini; por el orgullo que siento, por este mi humilde poema, por tu gran generosidad.Gracias.
Besos de luz.
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