Nace en las ingles un calor callado,
como un rumor de espuma silencioso.
Su dura mimbre el tulipán precioso
dobla sin agua, vivo y agotado.
Crece en la sangre un desasosegado,
urgente pensamiento belicoso.
La exhausta flor perdida en su reposo
rompe su sueño en la raíz mojado.
Salta la tierra y de su entraña pierde
savia, veneno y alameda verde.
Palpita, cruje, azota, empuja, estalla.
La vida hiende vida en plena vida.
Y aunque la muerte gane la partida,
todo es un campo alegre de batalla.
España
El Puerto de Santa María, Cádiz, 16 de diciembre de 1902/
28 de octubre de
1999
1 comentario:
Bello soneto. Me encanta leer al maestro Rafael Alberti.
Saludos Trini, un abrazo.
Lola.
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