Tarde el nombre;
no llega.
En las horas
vendrá.
En las cucharas.
En la madre, en
lo hija de su madre,
se le demora
todavía la palabra.
Cree la madre
que el nombre vendrá
como la lluvia,
la muerte, la sangre.
Pero el nombre
no viene.
El nombre no
nace.
Vivita y sin
nombre ella está ahí,
aún desanudada
del lenguaje.
Piensa la hija:
-No te escribiré.
Seré yo el pecho
mudo, el pecho frío;
seré el pecho
glacial.
Beatriz Vignoli
Argentina
Rosario,
provincia de Santa Fe, 29 de enero de 1965
No hay comentarios:
Publicar un comentario