Mi verso es el
sereno manantial de mi vida
donde fluyen
acordes todas mis emociones;
cada emoción que
pasa deja una estrofa urdida
con el lino
invisible de mis meditaciones.
El placer
fugitivo que se esfuma en la hora,
el dolor
presente y el fracaso de ayer;
y la angustia
infinita del corazón que llora
por el perdido
encanto que ya no ha de volver…
Todo fluye en mi
verso cadencioso y sereno,
sin reproches
violentos, porque he sido tan bueno
que a Nazareth
me llevan la Humanidad y el Perdón…
Y si el mal
algún día viene a enturbiar la fuente
el Amor la
mantiene más clara y transparente,
diáfana, como el
oro de una constelación.
Saulo Torón
España
Telde, 24 de junio de 1885
Las
Palmas de Gran Canaria, 23 de enero de 1974
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