30 junio 2009

Federico García Lorca, Romance de la luna, luna

La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
habrían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
-Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay, como canta en el árbol!
por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Federico García Lorca
España

Fuente Vaqueros, Granada, 5 de junio de 1898/

Alfacar, Granada, 19 de agosto de 1936

4 comentarios:

elena clásica dijo...

Un poema eterno, muchos de sus versos viven conmigo, y la luna con el niño de la mano es uno de los hallazgos más grandes de la historia de la poesía y del alma. Qué grande, Federico.
Gracias, un besazo, Trini querida.

Chesana dijo...

Lorca siempre, con la palabra puesta en pie y el aroma de su tierra en cada verso. Me gusta Federico, desde niña... y mira que soy difícil para la poesía.

Abrazo.

MAR dijo...

MUY LINDO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
BESOS PARA TI CON MUCHO CARIÑO.
MAR

Emilio dijo...

Qué decir del romance de la luna: uno de los grandes poemas de la historia de la poesía moderna.
Un placer recordarlo.