que desciende, corro entre arbustos
y choco con algo vivo
que trata de ovillarse, de encogerse.
Es un niño pequeño, le pregunto
quién es y contesta que nadie.
Esta respiración honda
y este nudo en la pelvis
que se deshace y fluye. Esto soy yo
y al mismo tiempo
dolor en la nuca y en los ojos.
Terminada la juventud,
se está a merced del miedo.
Olvido García Valdés
España
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Santianes, 2 de
diciembre de 1950
1 comentario:
Hoy he sentido nostalgia de ti y me ha gustado sentirte en otros versos.
Besitos Trini
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